Ataque de tiburón: guía práctica para estar preparado y actuar

Si vas a la playa o a surfear, lo último que quieres es preocuparte por un tiburón. Pero saber qué hacer antes, durante y después de un posible ataque puede marcar la diferencia. Aquí tienes datos claros y pasos simples para reducir el riesgo y reaccionar con rapidez si llega a pasar.

¿Cómo identificar zonas con mayor riesgo?

Los tiburones suelen estar cerca de áreas donde hay mucha comida: bancos de peces, focas o restos de pesca. Busca señales como banderas rojas en la playa o avisos de autoridades locales. Evita nadar al amanecer y al anochecer, cuando los animales están más activos. También es mejor no entrar solo; nada siempre con compañía y mantén la vista en el horizonte.

Qué hacer antes de meterte al agua

Revisa el pronóstico del mar y las alertas de fauna marina. Si ves que hay pescadores trabajando cerca, es una señal de que pueden haber restos de pescado, lo cual atrae tiburones. Lleva ropa brillante o de colores claros: los tonos oscuros pueden confundir al animal con una presa. Usa protector solar sin fragancia fuerte; los olores fuertes pueden llamar su atención.

Pasos clave si te ataca un tiburón

1. Mantén la calma y no entres en pánico; los movimientos bruscos atraen más al tiburón.
2. Defiende tus partes vulnerables con cualquier objeto que tengas a mano: tabla, cámara o bastón.
3. Apunta a áreas sensibles como ojos y branquias; un golpe rápido puede hacer que el animal suelte.

Si logras salir del agua, busca ayuda inmediatamente. Llama al número de emergencias y describe lo ocurrido con detalle: hora, ubicación y cómo se comportó el tiburón. Cada información ayuda a las autoridades a prevenir futuros incidentes.

Primeros auxilios básicos

Controla la hemorragia presionando firmemente con un paño limpio. No retires objetos incrustados, ya que pueden aumentar la pérdida de sangre; espera al personal médico para retirarlos. Si la víctima está inconsciente, revisa su respiración y realiza RCP si es necesario. Mantén a la persona caliente y cómoda hasta que llegue ayuda profesional.

Recuerda que los ataques son raros, pero estar preparado te da confianza para seguir disfrutando del mar. Sigue estos consejos simples, respeta las indicaciones de guardavidas y mantente alerta. Así reduces el riesgo y puedes concentrarte en lo que realmente importa: pasar un buen día bajo el sol.