Shai Gilgeous-Alexander manda en las Finales del Oeste
Cuando el partido más pesa y las cámaras apuntan, hay jugadores que se achican y otros que sacan lo mejor de sí. Shai Gilgeous-Alexander volvió a demostrar que pertenece al segundo grupo. Con una actuación descomunal de 38 puntos, 8 asistencias, 3 rebotes y 3 robos, cargó a Oklahoma City Thunder en cada momento crítico para dejar la serie 2-0 ante unos Timberwolves que nunca encontraron cómo frenarle.
El segundo duelo de la serie arrancó calcado al primero: los de Oklahoma salieron disparados, encontrando siempre la mejor opción en ataque y ahogando a Minnesota en defensa. El ritmo, agresividad y combinación de recursos ofensivos de Gilgeous-Alexander fue un dolor de cabeza desde el primer cuarto. Esta vez, además, tuvo como escudero al siempre efectivo Jalen Williams, que con sus canastas desde media distancia y energía defensiva, facilitó la vida para el base canadiense.
Por el lado de Minnesota, no bastó el nuevo recital de Anthony Edwards, que se fue hasta los 32 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, tratando de mantener con vida a los suyos. Sin embargo, el resto del equipo naufragó, y el caso de Julius Randle llamó especialmente la atención: apenas 6 puntos con una noche trágica de 2/11 en tiros de campo. La falta de acierto y respuestas tácticas fue evidente cada vez que Oklahoma City apretaba el acelerador.
¿Camino al trono de los Thunder?
No es casualidad que en los pasillos del Paycom Center los aficionados y analistas ya comparen a Shai Gilgeous-Alexander con auténticos mitos de la franquicia como Kevin Durant y Russell Westbrook. Más allá de las estadísticas, el impacto del canadiense en este grupo joven, su liderazgo y su sangre fría para rendir bajo presión alimentan el debate sobre quién ocupará el primer puesto en la historia del club. Dos partidos consecutivos con más de 30 puntos en unas Finales del Oeste no son cosa de todos los días.
Las redes sociales y foros especializados se llenaron de mensajes sobre el ascenso de Shai, quien ha sabido evolucionar su juego, combinando explosividad con lectura y visión para filtrar pases a sus compañeros en el momento justo. Los comentarios sobre el "mejor jugador de la historia de Thunder" ya no parecen tan descabellados, especialmente si logra llevar a este equipo tan precoz al ansiado título de la NBA.
Ahora la serie se traslada a Minnesota. La presión pasa a unos Timberwolves obligados a cambiar dinámica delante de su público. La pregunta está en el aire: ¿será este el año donde Oklahoma vuelva a soñar en grande de la mano de su nueva estrella? El corazón de Gilgeous-Alexander y la ilusión de toda una franquicia apuntan en esa dirección.