Michael Douglas responde a las polémicas declaraciones atribuidas sobre Brad Pitt y Angelina Jolie

Michael Douglas responde a las polémicas declaraciones atribuidas sobre Brad Pitt y Angelina Jolie

Michael Douglas y una polémica inesperada en el corazón de Hollywood

Nadie esperaba que el nombre de Michael Douglas acabara ligado a una de las mayores historias mediáticas de los años 2000: el triángulo entre Brad Pitt, Angelina Jolie y Jennifer Aniston. Todo comenzó cuando, en 2006, la revista GQ supuestamente publicó una cita incendiaria de Douglas sobre el nuevo romance de Pitt con Jolie, justo después de su sonado divorcio de Aniston. La frase –que rápidamente empezó a circular en medios y foros– sugería que Douglas condenaba el cambio de pareja de Pitt, especialmente por dejar a "esa esposa tan guapa" para ir a "cargar huérfanos con Angelina".

La cita apuntaba directamente a la faceta humanitaria de Jolie y a la ruptura de Pitt y Aniston, dos temas sobre los que el interés mediático era altísimo. En esa época, la imagen de Pitt oscilaba entre villano y romántico, dependiendo de a quién escuchases. Pero, ¿realmente Douglas opinó así? Lo cierto es que no tardó en saltar el desmentido del propio actor.

Negación, disculpas y crítica al papel de los medios

Negación, disculpas y crítica al papel de los medios

La reacción de Douglas fue rápida y contundente. Según explicó entonces, él nunca pronunció esa frase y fue una tergiversación total de las palabras atribuidas a él. El actor, que lleva años moviéndose entre los grandes nombres de Hollywood, subrayó dos cosas: mantenía, y mantiene, una buena amistad con Brad Pitt y no tenía ningún interés en juzgar ni sus relaciones privadas ni las de Angelina Jolie.

No solo negó haberse expresado así, sino que también se tomó la molestia de contactar de forma particular a Pitt y Jolie para disculparse por el mal trago, aun sabiendo que el error no era suyo. Esta actitud fue clave para que la historia no escalase aún más entre los tabloides. Douglas dejó claro que la publicación distorsionó sus declaraciones hasta el punto de hacerle parecer crítico cuando no lo era, y aprovechó para poner el dedo en la llaga sobre una realidad del show business: la facilidad con la que algunas revistas buscan crear titulares jugosos, incluso si es a costa de manipular la verdad.

El escándalo ayudó a visibilizar hasta qué punto las estrellas deben convivir con informaciones cuestionables. Muchos recordarán cómo, en esos años, cada paso que daban Pitt y Jolie era diseccionado ante los ojos del público. La presión sobre sus relaciones y las historias en prensa moldearon, sin quererlo, la percepción de toda una generación sobre el romance, la fidelidad y la vida privada de las celebridades.

Michael Douglas, por su parte, siguió adelante con su carrera, reafirmando su distancia respecto a cotilleos y polémicas ajenas. Su manera de abordar el incidente sirvió para recordarnos que, en muchas ocasiones, lo que leemos sobre los famosos dice más de los medios que de los propios protagonistas.