Cuando Sebastián Videla, diputado independiente por la región de Antofagasta, informó que LATAM Airlines había comprometido activar la ruta Antofagasta-Iquique en septiembre, la noticia se convirtió en punto de partida de una pugna política‑económica que aún no ha encontrado salida.
Antecedentes y anuncio inicial
El compromiso surgió tras una serie de reuniones entre el diputado Videla, representantes de LATAM y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). En la entrevista concedida al programa "Un día Menos" de Vilas Radio, el parlamentario subrayó que la ruta es una prioridad para el norte, especialmente porque actualmente los viajeros deben cruzar Santiago o hacer un trayecto de más de seis horas por carretera.
Detalles de la negociación y compromisos
Según explicó Videla, la DGAC estaba dispuesta a asignar los slots de horario necesarios siempre que el presupuesto nacional, que se debatirá en noviembre, incluyera la partida correspondiente. "Incluiremos un ítem presupuestario para que finalmente tengamos Antofagasta‑Iquique y Antofagasta‑Arica", afirmó el diputado, reiterando que la aerolínea había manifestado voluntad de operar sin que ello supusiera un coste extra para el Estado.
El plan incluía también la posibilidad de conectar Temuco con Antofagasta, lo que abriría un puente aéreo para el sur del país. "No solo se trata de habilitar Antofagasta; necesitamos que otras regiones como Temuco envíen aviones aquí", señaló Videla.
Obstáculos y postergación
Sin embargo, a mediados de octubre LATAM comunicó que, por el momento, no activará la ruta requisitada. La aerolínea argumentó que aún falta la autorización de la DGAC para los horarios propuestos y que el alineamiento presupuestario de noviembre es esencial para garantizar la viabilidad operativa.
Videla respondió con contundencia: "No hay argumentos que justifiquen este cierre de puertas. Los nortinos merecemos vuelos directos que acorten tiempos y conecten eficientemente nuestra región". El diputado también recordó que el Hospital Regional de Antofagasta funciona como centro de referencia para pacientes de Arica, Tarapacá y Atacama, por lo que la ausencia de vuelos directos impacta directamente en la atención médica.

Impacto en la población, turismo y comercio
La falta de conexión aérea repercute en tres áreas clave:
- Salud: pacientes que requieren consultas especializadas deben trasladarse a Santiago, lo que implica costos y demoras.
- Turismo: la región de Antofagasta‑Iquique atrae a más de 150.000 visitantes al año; la ausencia de vuelos aumenta el precio del pasaje y desincentiva el flujo.
- Comercio: empresarios locales dependen de la agilidad logística para exportar minerales y productos agropecuarios al resto del país.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 68 % de los habitantes del norte realiza viajes interregionales al menos una vez al año; la mayoría recurren al bus, lo que genera una pérdida aproximada de 2,3 mil millones de pesos al sector aéreo.
Perspectivas y próximos pasos
El debate presupuestario que se iniciará en noviembre será decisivo. Videla asegura que el proyecto de ley incluirá la partida necesaria para que la DGAC pueda asignar los horarios y recursos técnicos requeridos. "Con la voluntad de todas las partes y el respaldo del presupuesto, confiamos en que la ruta se materializará", afirmó.
Mientras tanto, organizaciones de usuarios y cámaras de comercio del norte han lanzado una campaña de presión que incluye peticiones en línea y manifestaciones en la plaza de Antofagasta, exigiendo respuestas concretas antes de fin de año.

Conclusión: ¿Cuándo volarán los nortinos?
El escenario se perfila como una partida de ajedrez: LATAM tiene la capacidad operativa, la DGAC necesita la autorización y el presupuesto debe liberar los recursos. Si noviembre avanza sin sobresaltos, la ruta podría despegar a inicios del próximo año; de lo contrario, los habitantes de Antofagasta, Iquique y sus alrededores seguirán atados a viajes de ocho horas o más.
Preguntas frecuentes
¿Por qué la ruta Antofagasta‑Iquique es tan importante?
Conecta dos centros neurálgicos del norte, facilita el acceso a la salud (el Hospital Regional de Antofagasta atiende a pacientes de Arica, Tarapacá y Atacama) y dinamiza el turismo y el comercio, reduciendo viajes que hoy superan las seis horas por carretera.
¿Qué papel juega la DGAC en la puesta en marcha del vuelo?
La DGAC debe autorizar los horarios, asignar slots de pista y garantizar la infraestructura necesaria. Sin su visto bueno, ni LATAM ni cualquier otra aerolínea pueden operar la ruta.
¿El presupuesto de noviembre incluye fondos para este proyecto?
El diputado Videla ha anunciado que se insertará una partida específica para habilitar los recursos de la DGAC. Todavía falta la aprobación definitiva en el Congreso, pero la intención está clara.
¿Qué está haciendo la ciudadanía para presionar por la ruta?
Se han lanzado peticiones online que superan los 15 000 firmes, y asociaciones locales organizan marchas en la plaza de Antofagasta exigiendo una respuesta rápida del Gobierno y de LATAM.
¿Existe alguna alternativa mientras se resuelve la situación?
Por ahora, la única opción viable sigue siendo el tránsito por Santiago o el viaje terrestre, que implica largas esperas y mayores costos para viajeros y empresas.