Lanús vence 2-1 a Platense y se acerca a la Libertadores

Lanús vence 2-1 a Platense y se acerca a la Libertadores

Lanús pega en los momentos justos y sostiene el envión en el Clausura

En La Fortaleza, Lanús venció 2-1 a Platense y sumó un triunfo que vale más que tres puntos por cómo se dio y por lo que significa en la pelea por las plazas internacionales. José Canale abrió el marcador a los 37 minutos y Lautaro Acosta estiró la ventaja en el 45+1. Ronaldo Martínez descontó en el 90+5 y apretó el final, pero el local resistió con oficio para cerrar una noche clave en la Liga Profesional.

El partido, correspondiente al Torneo Clausura 2025, fue intenso desde el arranque. Lanús golpeó primero y mejor, con una primera parte en la que administró el ritmo y encontró espacios a la espalda de la defensa visitante. La diferencia, además de los goles, estuvo en la gestión de los tiempos: los de casa aceleraron cuando debían y bajaron el pulso cuando el encuentro pedía calma.

El 1-0 llegó en una acción trabajada: Canale, atento al rebote tras una pelota parada, definió con rapidez dentro del área. Esas jugadas que marcan a los equipos que entrenan detalles. Sobre el cierre del primer tiempo, Acosta hizo lo que tantas veces: leyó mejor que nadie la jugada, atacó el espacio y definió con frialdad para un 2-0 que dolió en Platense por el momento psicológico del gol, justo antes del descanso.

Con el 2-0, la segunda mitad cambió de libreto. Platense empujó líneas, se paró más alto y empezó a cargar el área con centros y segundas jugadas. No fue un dominio arrollador, pero sí constante. Lanús, más replegado, apostó a salir rápido y a administrar la ventaja. En ese contexto, la visita mereció el descuento, que llegó tarde: Martínez aprovechó un balón suelto en tiempo añadido y puso picante al cierre. No hubo tiempo para más.

El resultado refuerza a Lanús en la zona alta y alimenta su objetivo grande: meterse en la próxima Copa Libertadores. En Argentina, el acceso depende de la tabla anual y de los títulos, así que cada punto pesa. Ganar en casa, y contra un rival que compite hasta el final, sostiene el promedio de puntos por partido y afianza la confianza del grupo.

Platense, por su parte, sigue atrapado en la parte baja. Le faltó claridad en los metros finales, y cuando encontró el gol ya estaba contra el reloj. Su tarea, de aquí en adelante, pasa por ajustar la circulación en tres cuartos y ser más fino en la primera entrega tras recuperación. El equipo compite, pero necesita transformar ese ímpetu en situaciones claras de gol antes de los últimos diez minutos.

Claves tácticas, figuras y lo que deja el partido

Claves tácticas, figuras y lo que deja el partido

La primera ventaja de Lanús nació de algo que a veces se subestima: las acciones a balón parado. Canale leyó la segunda jugada, y esa concentración marca la diferencia en partidos equilibrados. A partir de ahí, el local encontró calma para trabajar el encuentro, con laterales contenidos y volantes que cerraron bien las líneas de pase interiores del rival.

La figura emocional del partido fue Lautaro Acosta. Más allá del gol, su liderazgo ordenó la presión y marcó la intensidad. Cuando hizo falta, arrastró marcas para liberar a los que llegaban de atrás; cuando tocó, manejó el reloj con fouls tácticos bien medidos y descargas seguras.

Platense mejoró cuando adelantó la recuperación y fue más directo. Empujó por las bandas, ganó segundas pelotas y probó desde afuera cuando el pase filtrado no aparecía. Ese empuje se tradujo en el descuento de Martínez, que reactiva una discusión interna clásica: cómo sostener cierres de partido sin perder metros ni margen de error. Es un ajuste de entrenador y también de jerarquía en cancha.

  • Pegada en momentos clave: 37’ y 45+1’ para Lanús, dos cachetadas que cambiaron el ánimo del partido.
  • Detalles de pelota parada: Canale capitalizó una segunda jugada trabajada.
  • Jerarquía en el manejo de los tiempos: Acosta como termómetro del equipo.
  • Reacción tardía de Platense: el 2-1 llegó en el 90+5 y ya no hubo margen para forzar el empate.

En números gruesos, el Granate sostiene un rendimiento acorde a un equipo que mira hacia arriba: convierte cuando domina y sufre poco en su arco durante largos tramos. Si afina la salida tras robo y mejora la toma de decisiones en las contras, puede cerrar partidos antes y evitar finales de infarto como el de hoy.

Para Platense, hay materia prima para competir, pero debe acelerar en la elaboración. Cuando el rival se cierra, la circulación horizontal le gana terreno al pase profundo y ahí se atasca. Un par de movimientos ensayados para arrastrar marcas al primer palo y liberar el segundo, o una descarga más rápida tras la recepción de espaldas del delantero, pueden abrirle caminos sin depender tanto del pelotazo.

El entorno también jugó. La Fortaleza empujó cuando tocaba, y el equipo lo sintió. No es casual que el 2-0 llegue en el borde del entretiempo: esos goles en casa valen doble por cómo empujan a uno y desinflan al otro.

¿Qué viene ahora? Calendario apretado y poco margen para el error. En semanas así, la diferencia la marcan los microdetalles: recuperación entre partidos, banco involucrado, y foco en sostener la intensidad sin caer en desorden. Para Lanús, el plan es claro: seguir sumando, blindar su localía y no soltar la zona de clasificación a la Copa Libertadores. Para Platense, el desafío es cortar la racha y encontrar un triunfo que cambie el ánimo y la tabla.