Una noche de pesadilla en el octágono: el rodillazo que cambió la cara de Mike Perry
Nadie estaba preparado para lo que ocurrió en la velada coestelar entre Mike Perry y Vicente Luque en Montevideo. La noche del 10 de agosto de 2019, UFC Fight Night 156 dejó una imagen que todavía circula entre los fanáticos de las artes marciales mixtas: el rostro de Perry, irreconocible tras recibir un brutal rodillazo volador. El brasileño Luque, conocido por su agresividad en el octágono, impactó su rodilla justo contra el puente nasal de Perry durante el segundo asalto. Lo que sucedió después fue un momento que muy pocos atletas en cualquier deporte han experimentado.
Perry intentó seguir peleando pese al dolor evidente. Sin embargo, la fractura fue tan catastrófica que su nariz se desplazó visiblemente a un lado, desatando expresiones de asombro y preocupación entre quienes estaban cerca de la jaula. Para muchos espectadores y especialistas, fue una de las lesiones más estremecedoras jamás vistas en la UFC.
El miedo a la muerte, la medicina extrema y el regreso imposible
No solo fue un golpe físico: Mike Perry confesó días después que vivió momentos de terror genuino. Apenas terminó la pelea, los médicos tuvieron que intervenir sin demora. Insertaron varillas de metal en su nariz para reposicionarla en una maniobra tan dolorosa como urgente. Perry admitió que, al ver recientes muertes en el boxeo por hemorragias cerebrales, llegó a temer por su propia vida. Las imágenes y los testimonios reflejan que detrás de cada combate de MMA hay historias de resiliencia, pero también riesgos que van mucho más allá de un simple corte o una fractura menor.
La UFC optó por suspender médicamente al luchador durante medio año. Sin embargo, Perry desafió todo pronóstico regresando en solo cuatro meses para enfrentar a Geoff Neal en UFC 245. Aún convaleciente, la pelea no fue bien para él: cayó derrotado por nocaut técnico en apenas 90 segundos. Los análisis posteriores de expertos como el médico Brian Sutterer evidencian el nivel de destrucción en la región nasal de Perry y el brutal procedimiento de emergencia que evitaron consecuencias de por vida.
- El combate terminó en una victoria por decisión dividida para Vicente Luque (29-28, 29-28, 28-29).
- El rodillazo no solo marcó un punto de inflexión en la carrera de Perry, sino que también visibilizó los extremos físicos y mentales que enfrentan los peleadores en la élite de la UFC.
Aunque la fractura de Perry sigue siendo recordada como una de las más escalofriantes, para él la batalla continuó fuera del octágono: entre doctores, temores y el largo proceso de volver a sentirse entero para competir otra vez. Los fans del MMA, acostumbrados a la sangre y los impactos, quizás nunca olvidarán la noche en que la nariz de Perry quedó doblada, pero él se negó a doblegarse.