América de Cali elimina a Bahía y avanza a octavos de la Copa Sudamericana con victoria clave

América de Cali elimina a Bahía y avanza a octavos de la Copa Sudamericana con victoria clave

América de Cali se impone en una noche histórica ante Bahía

Pocas noches logran emocionar tanto a una hinchada como la vivida el 23 de julio de 2025 en el estadio Pascual Guerrero. América de Cali no solo superó a Bahía 2-0, sino que también demostró que está listo para soñar a lo grande en la Copa Sudamericana. Tras el empate sin goles en Brasil, la presión se sentía en cada rincón del estadio, pero el equipo colombiano supo responder en el momento justo.

El partido arrancó tenso, con dos equipos cautelosos. Bahía intentó manejar el balón y buscar el error rival, mientras América apostó por la intensidad y el juego directo, respondiendo al apoyo de los más de veinte mil aficionados que llenaron las tribunas. Fue en el minuto 28 cuando llegó el desahogo: un despeje fallido de la defensa brasileña dejó el balón en los pies de Jhon Murillo, que no perdonó y la mandó a guardar. El estadio estalló, sabiendo que ese gol podía cambiar todo el panorama.

La reacción de Bahía no se hizo esperar. El equipo brasileño adelantó líneas, obligado por el marcador global. Sin embargo, América supo contener los intentos visitantes. Los centrales Daniel Bocanegra y Jean Carlos Pestaña se hicieron gigantes en el área propia, liderando una defensa que rozó la perfección y transmitió seguridad a todo el equipo. El arquero, atento en cada balón aéreo, apenas pasó apuros gracias al bloque compacto armenista.

El golpe final y una afición enloquecida

Ya en tiempo de descuento, cuando Bahía buscaba el empate a la desesperada, América encontró el momento perfecto para sentenciar el partido. Dylan Borrero, que había ingresado con piernas frescas, desbordó por derecha y envió un centro perfecto. Yojan Garcés apareció en el área para empujarla y firmar el 2-0 definitivo. El Pascual Guerrero era una caldera, consciente de que ese tanto cerraba una noche dorada.

Además del pase a octavos, el choque dejó dos notas para la historia escarlata. El técnico Diego Gabriel Raimondi consiguió su primer triunfo desde que asumió el banquillo, reemplazando a Jorge ‘Polilla’ Da Silva y recibiendo el respaldo inmediato de su plantilla. Y, por mérito propio, Jhon Murillo se marchó ovacionado tras ser clave en todos los aspectos: intensidad, gol y liderazgo ofensivo.

Ahora América de Cali mira hacia el futuro con ilusión y mucha motivación. En el horizonte aparece Fluminense, un gigante de Brasil que exigirá lo mejor de este equipo, pero el ambiente en Cali es de esperanza. La Copa Sudamericana sigue viva para los ‘Diablos Rojos’ y la ciudad ya sueña con otra noche como la reciente. Si la pasión e intensidad siguen igual, todo es posible para este América.